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En estos momentos tan complicados generados por la pandemia del coronavirus, tanto particulares como empresarios permanecen atentos a cualquier tipo de medida preventiva para frenar la propagación del virus. En este sentido, resulta de especial interés la conclusión a la que han llegado expertos de diversos organismos nacionales e internacionales del sector de la climatización. Y es que se ha comprobado que los sistemas de climatización utilizados para calefacción y refrigeración, pueden contribuir a reducir la concentración del virus SARS-CoV-2 en el aire interior al mejorar la calidad del aire. Hablamos especialmente de los sistemas que integran la renovación de aire. Ya que son estos modelos los que permitirían disminuir el riesgo de transmisión en lugares cerrados.

Los sistemas de aire acondicionado consiguen entornos más saludables

Los sistemas de climatización han sido siempre nuestros mejores aliados en verano, por permitir un mayor confort a los usuarios durante los meses más calurosos del año. Pero ahora, las ventajas de disponer de un sistema de aire acondicionado en empresas y viviendas aumentan en esta época de confinamiento. Y no sólo porque los equipos de climatización ayudan a mejorar la calidad de vida de sus usuarios, garantizándoles un confort total al reducir la temperatura del aire. Sino que estos sistemas también colaboran a lograr entornos más saludables, conseguir la temperatura y humedad ambiental adecuada, así como renovar y filtrar el aire interior. Gracias a este cúmulo de beneficios, los sistemas de climatización ayudan a mejorar la calidad del aire al eliminar las micropartículas del ambiente, haciendo así que el aire que se respira sea más limpio.

¿Cuáles son los beneficios de los equipos de climatización en la lucha contra el Covid-19?

Como decíamos, si los equipos de climatización siempre nos han ayudado a sobrellevar mejor las temperaturas más extremas, ahora también se han descubierto grandes beneficios de estos sistemas en cuanto a la lucha contra la pandemia del SARS-CoV-2.

Las instalaciones de climatización son seguras y ayudan a mejorar la calidad del aire anterior

Cuando esta situación era totalmente nueva para todos, existía la duda de si los equipos de climatización podrían potenciar la expansión del virus, o todo lo contrario. Ahora podemos confirmar que estos sistemas son seguros y necesarios para alcanzar unas condiciones óptimas de bienestar e higiene en el interior de los edificios. Ya que además de ofrecernos una temperatura confortable, ayudan a mejorar la calidad del aire interior.

Por tanto, no se hace recomendable si se quiere reducir la transmisión de este virus, frenar los sistemas e instalaciones de climatización y ventilación. Aunque es fundamental que estos equipos dispongan de un buen mantenimiento. Los filtros de estos sistemas ayudan a reducir las partículas suspendidas en el aire, así que es importante que éstos estén limpios.

Los espacios bien acondicionados ayudan en el proceso de cura de personas convalecientes

Cuando un espacio no se encuentra correctamente acondicionado puede provocar estrés térmico en los usuarios. Esto es especialmente dañino para personas que se encuentren enfermas o convalecientes.
Lo ideal es mantener unas condiciones interiores de temperatura en época de calefacción, entre 19ºC y 21ºC, y, en época de refrigeración, entre 24ºC y 26ºC. Con una humedad relativa del 40%-60%.

La ventilación de espacios reduce el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas

Una buena ventilación, se encuentre o no integrada en los sistemas de climatización, garantiza la constante renovación del aire. Además, ayuda en la eliminación de partículas que se encuentran suspendidas en el aire. Por tanto, se reduce el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas como el Covid-19.

Equipos de aire acondicionado con sistemas de purificación y filtración del aire incluidos

A veces no es necesario añadir equipos extras para purificar y filtrar el aire. Ya que algunos equipos de aire acondicionado disponen también de estos sistemas de alta eficiencia. Todo ello mediante la propia recirculación del aire, que es comandada y monitorizada por el propio sistema.