Colegios y coronavirus: La importancia de la ventilación y la calidad del aire interior
Dada la situación actual y el aumento de contagios de Covid-19, la inminente vuelta al cole se ha convertido en tema protagonista de las últimas semanas. La incertidumbre y el desconcierto llevan a padres, profesores y alumnos a preguntarse si los centros educativos son un lugar seguro y si las medidas previstas son suficientes para el control de contagios en las aulas. En este sentido, no sólo serán importantes las medidas de distanciamiento social y de higiene, entran en juego otros aspectos vitales como la ventilación y la calidad del aire interior.
Como especialistas en soluciones avanzadas de climatización, desde Marín Climatización queremos hacer especial hincapié en la necesidad de garantizar una renovación del aire interior adecuada para minimizar el riesgo de contagio.
¿Por qué es importante garantizar la calidad del aire interior en colegios y edificios?
Los expertos no dudan en afirmar que existe un elevado riesgo de contagio por transmisión aérea, no sólo en los colegios, sino en cualquier edificio cerrado con presencia de personas. Por este motivo es tan importante garantizar la calidad del aire interior en cualquier espacio cerrado destinado al desarrollo de actividades por los usuarios que lo ocupan. Ya que en estos espacios nos exponemos a multitud de fuentes contaminantes, tanto de las propias personas, como de las actividades que se lleven a cabo en su interior o los materiales de construcción empleados. Incluso de las fuentes contaminantes que proceden del exterior.
Además, los contaminantes que se encuentran en el aire producen síntomas adversos, como molestias y enfermedades en las personas que los habitan. Es lo que se conoce como Síndrome del Edificio Enfermo.
En definitiva, cuidar la calidad del aire es un requisito clave para garantizar el bienestar y el confort de los usuarios de los edificios.
¿Cómo garantizar una buena calidad del aire interior?
La calidad del aire interior está regulada por el CTE (Código Técnico de la Edificación, 2006) para edificios de uso residencial, y por el RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los edificios, 2007) para edificios de uso no residencial con ocupación humana (por ejemplo, colegios, institutos y demás centros docentes).
Dentro de esta clasificación, la categoría de calidad del aire interior (IDA) que se deberá de alcanzar serán las siguientes:
- Guarderías: IDA 1, aire de óptima calidad.
- Aulas de enseñanza: IDA 2, aire de buena calidad.
Esta calidad del aire exigida se puede alcanzar aportando un caudal mínimo de aire exterior de ventilación con medios mecánicos. La normativa establece diferentes métodos de los cuales, el método indirecto de caudal de aire por persona (el más utilizado para su cálculo), determina los siguientes valores para las categorías indicadas anteriormente:
- IDA 1: 20 dm³/s por persona equivalente a 72 m³/h por alumno.
- IDA 2: 12,5 dm³/s por persona equivalente a 45 m³/h por alumno.
Este método se utiliza para personas que tengan una actividad metabólica baja (sentado); cuando sea baja la producción de sustancias contaminantes por fuentes directas del ser humano y cuando no esté permitido fumar.
Para garantizar la calidad del aire interior deben darse las siguientes exigencias complementarias de los sistemas de ventilación mecánica:
- Introducir el aire exterior de ventilación debidamente filtrado en los edificios
- Garantizar la extracción del aire interior que dependerá del nivel de contaminación del aire interior clasificado en diferentes categorías (AE)
- De manera complementaria, instalar recuperadores de calor para satisfacer la exigencia de eficiencia energética y reducción del consumo energético asociado a sistemas mecánicos de ventilación.
Medidas complementarias para reducir el riesgo de contagio por COVID-19
A espera de una vacuna efectiva contra el SARS-Cov-2, los científicos proponen una serie de medidas preventivas complementarias a las actuales para la vuelta a las aulas. Ya que las empleadas hasta el momento serían insuficientes para reducir el riesgo de transmisión por microgotas exhaladas en el aire por personas infectadas.
-Proveer una ventilación suficiente y efectiva. Principalmente en edificios públicos, entornos laborales, colegios, hospitales y residencias de ancianos. Suficiente caudal de aire exterior, reducir la recirculación del aire, etc.
- Complementar la ventilación general con sistemas de control de infección en el aire. Entre ellos, sistemas de extracción del aire localizados, filtración de aire de alta eficiencia y luces ultravioletas germicidas.
- Evitar aglomeraciones. Estas medidas se implementan fácilmente y muchas no requieren coste económico. En algunos casos bastaría con abrir ventanas y puertas para aumentar la ventilación en los edificios.